Todo está desatado, y las cuerdas están muy separadas unas de otras. Llevo planeándolo poco tiempo, ha sido muy repentino.
Así que vamos a disfrutar de este absoluto descontrol, porque no será
por falta de respaldos. Esta vez, no se permite el fracaso.
Mañana, después del desayuno super guay, vamos a ir cerrando frentes.
Lo bueno es que no hay ninguna prisa, porque, que yo sepa, nadie me persigue excepto su reloj...
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