Nada puede cambiar lo que hiciste. Pero puedes cambiar tu. No permitas que el miedo te haga quedarte quieto, te sujete y te espose al suelo. Que te haga perder algo o a alguien.
Entonces, si eso pasa, todos estos años no habrán servido para nadie. Era tu lección. La pregunta es... ¿La has aprendido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario