Recuerdo cómo llegué allí en mi sueño, como deshice las maletas y me quedé.
Hoy el sueño está nublado por una neblina que no se disipará.
Me bajo del coche, miro a un lado. Miro al otro, y no hay nadie. No estoy segura de que nunca lo haya habido.
Maldita sea, ¿dónde os habéis metido? La última vez que me sentí inseguro, me dijisteis que jamás os marcharíais.
Y no solo no lo habéis cumplido, sino que habéis cernido sobre mí toda esta niebla espesa que no me permite ver.
Está bien.

¿Dónde demonios estoy? Hay varias señales. Por desgracia, cualquier lugar al que me dirija, está demasiado lejos, cuando un coche completamente hecho añicos, y un motor que no funciona es tu medio de transporte.
Estoy cansado. Joder, estoy tan cansado, que ni siquiera las piernas me responden.
Pero no puedo esperar, está anocheciendo. Andaré y seguiré andando hasta que las fuerzas me abandonen del todo. ¿Y en ese momento? Seguiré andando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario