Hace muchísimos años hice una promesa que jamás pensé en cumplir.
Pero siempre he tenido claro que hay momentos en la vida que "te obligan" a tomar una decisión que muchos calificarían de "irracional".
Pues bien, si lo deseas, si es que esa decisión, aquello que vas a hacer, te ha calado hasta la médula, entonces hazlo. No encontrarás problemas, porque no los crearás.
Prometí que volvería y ayer decidí cumplir mi promesa. ¿Señales? Una luz que señalaba imperativa el único y correcto camino a seguir. ¿Correcto? Sí, porque es lo que deseo. Pero no por ello será fácil.
¿Miedo? Si, pero no te detendrá.
Ahora quiero recordar aquella noche hará más de un año. Cuando llevé aparte a una de mis más importantes guías profesionales, una de las personas con las que en algun momento he sentido una conexión que ahogaba e hice otra promesa que tenía claro que cumpliría. A día de hoy, si tuviera la oportunidad, lo haría sin mirar atrás.
"Adonde quiera que vayas, si hay un sitio para mí, alli estaré". Y puede que algún día me vea forzada a encontrarme en la otra punta del lugar al que me trajeron para cumplir mi promesa. Y puede que ese día esté dispuesta, porque haya descubierto que, las promesas que vienen del fondo de nuestro alma, se cumplen antes o después.
Estamos a una llamada de distancia. Da igual el número. No importa el prefijo. Allí estaré donde sea que me lleve el viento...
http://www.youtube.com/watch?v=KRaWnd3LJfs
No hay comentarios:
Publicar un comentario